BLOQUE II. ADAPTACIÓN DE UN CUENTO.
TODA CLASE DE PIELES
Madrid fue la ciudad testigo de la historia que os voy a contar, y es que hace mucho mucho tiempo cuando en Madrid no existían ni carreteras, ni televisores, ni móviles, y la gente era feliz con nada.
Se viajaba a través de carros de caballos, a pie, siendo las distancias enormes entre distintas ciudades.
Madrid era una ciudad pequeñita aunque no lo creáis y con mucho encanto, todos sus habitantes eran felices, y era conocida como la cuna de los curtidores de pieles ya que era el negocio estrella y a cualquier peletería que fueses encontrarías abrigos de la mejor calidad, eran varios los encargos que se hacían desde el extranjero a Madrid.
Madrid era gobernado por Don Juan y Doña María, eran unos reyes encantadores muy cercanos al pueblo algo difícil de ver por aquella época, María siempre que podía bajaba al pueblo y paseaba por las calles de Madrid sin ningún rumbo, le encantaba observar el Madrid colorido y vibrante que por aquel entonces era.
Lo tenían todo pero María era incapaz de ser feliz porque deseaba con todas sus fuerzas tener un hijo pero todos los intentos por tenerlo fueron en vano, María apenas salía de sus aposentos, y cuando lo hacía andaba deambulando por el castillo, mientras que Don Juan estaba malhumorado, todo le parecía mal.
Hasta que llego un día en que una de las sirvientas de la reina la “obligo” a salir y a que la diera un poco el aire ya que llevaba un año encerrada, a regañadientes esta obedeció y durante su paseo decidió parar en una peletería muy famosa llamada “toda clases de pieles” cuya dueña era muy buena amiga suya, al verla quedo sorprendida ya que vio que estaba embarazadísima, Manuela que así se llamaba la peletera era una mujer de armas tomar que acababa de enviudar, y que su vida consistía en trabajar, trabajar y más trabajar, no quedaba sitio para nada más.
Estuvieron hablando durante más de una hora que digo hasta oscureció pero parecía que para ellas no había pasado el tiempo hasta que, Alicia, la sirvienta interrumpió la conversación para decirle a la reina María que se les hacia tarde.
La reina salió con una sonrisa de oreja a oreja, y es que había quedado con Manuela en que adoptaría al niño que llevaba, a penas los dos meses que le quedaban de dar a luz, tuvo la visita todos los días de la reina María, se encargo que no le faltase de nada, es más mando a su sirvienta de confianza, Alicia, a que viviera con ella y le ayudara en las labores en su peletería ya que ella no podía estar a todo, además también se ocupaba de su bienestar.
La reina María y el Rey Juan que recibió la noticia como agua de mayo, y vivieron muy ilusionados, hasta que por fin llego el día en que Belén nació era preciosa, puesto que Manuela bajo su rostro con ojeras, pálido y escuálido, se encontraba una persona hermosa.
Belén tenía unos ojos azules cristalinos, con una intensa mirada y a medida que crecía las facciones de su cara eran perfectas, rubia con larga melena.
Fueron todos muy felices el pueblo recibió la noticia con mucha alegría (claro está que no sabían que el niño no era de la reina).
Se educo a Belén como a una princesa tenía el cariño y el apoyo de los reyes, sus padres, incondicionalmente pero un día María cayó enferma con altas fiebres y a los pocos días murió. Esto supuso un duro golpe para todos pero sobre todo para el Rey Juan, que otra vez volvía a estar malhumorado, repudiaba a su hija, puesto que pensaba que debido a su adopción les había caído una maldición que se había llevado su amada y bellísima esposa.
Belén guardo y llevo consigo siempre el medallón en forma de corazón que su madre le regalo por su primer cumpleaños. Fue criada como princesa aunque tenía un fuerte carácter, le encantaba salir a la calle, pasear sin rumbo como hacia su madre pero sobretodo había algo que le llamaba especialmente la atención que era el negocio de la peletería, no entendía porque pero le apasionaba siempre que podía salía al pueblo y se quedaba mirando horas y horas como se fabricaban los abrigos, los vestidos, los chalecos cualquier cosa.
Era primavera quedaban dos días para que llegara a Madrid la “fiesta de pieles”, esta consistía en que llegaban peleteros de todo el mundo a Madrid instalándose allí por unos días y luego recorrerían las demás ciudades, esta fiesta era famosísima ya que iba dirigida a toda clase de públicos y en ella se exponían cosas extraordinarias podías ver como trabajaban en otras partes, además luego muchas peleterías de Madrid se añadirían a estas fiesta viajando por las diferente ciudades, se trataba de un acontecimiento único que solo se producía una vez al año.
Belén pensó que era su momento, harta de oír como su padre no la quería y la maldecía, decidió escaparse.
Se escondió en el carro que llevaba las pieles y el cuero de la tienda que tanto le gustaba “toda clase de pieles”, y ahí estuvo mucho tiempo hasta que por fin sintió como el carro se detuvo y Manuela que fue a buscar algo entre las cosas que llevaba detrás la descubrió, al principio pensó que sería una ladronzuela pero cuando le miro la cara vio a una niña asustada, cansada que probablemente se moría de hambre, y además hubo algo en esa niña que la hizo enternecer como nunca antes le había pasado, asique decidió darla de comer primero y hablando con ella vio que sabía algo sobre el negocio asique pensó que quizás necesitaría una ayudante, y la contrato, recorriendo muchas ciudades y Belén aprendió rápido.
Sabia que no podía decir cómo se llamaba asique cuando la preguntaban por su nombre ella respondía que se llamaba Neleb.
Por delante del puesto que instalaron en uno de los pueblos que pararon, pasaba un príncipe a caballo con sus sirvientes, y al mirar de reojo al puesto “toda clase de pieles”, sus ojos se cruzaron con los de Neleb, fueron unas decimas de segundo pero esa mirada le sirvió para descubrir que había quedado totalmente impregnado de aquella muchacha, el problema es que él pensó que Neleb era plebeya por lo que era totalmente imposible su enlace, asique volvió a su castillo muy triste no antes de haber encargado a la peletería “toda clase de pieles” como su primer distribuidora, ya que, quería tener cerca a esa chica cuya mirada le había hipnotizado. Iba a producirse un gran baile en el castillo, y en “toda clase de pieles” estaban desbordadas de trabajo, fue Neleb quien se encargo de hacer el abrigo al príncipe, metiéndole en el bolsillo un trozo de cuero en forma de corazón.
Una vez terminado Manuela encargo a Neleb que llevase los encargos, esta apenas tuvo tiempo de arreglarse y una vez entregado los encargos, decidió colarse en la fiesta, ya que era tan sumamente guapa que aunque llevase un simple vestido parecía una princesa.
Y otra vez volvieron a cruzarse las miradas el príncipe y ella, pero cuando el príncipe fue a buscarla esta que tenía miedo que le reconociera salió corriendo y desapareció.
Al día siguiente el príncipe fue “a toda clase de pieles” y pregunto a Manuela que quien era quien había hecho sus trajes, Manuela por miedo a que hubiese habido algo malo contesto que ella, y acto seguido ella le pregunto ¿por qué lo pregunta alteza? Y él dijo que era el traje más bonito y sobre todo con el que más agusto se había sentido nunca (no menciono lo del corazón ya que suponía que no había sido ella quien se lo había puesto). Ese día no vio a Neleb, pero si le hizo un nuevo encargo a Manuela quería un pijama, Neleb volvió a hacerle el pijama con mucho amor y esta vez bordo en el pijama otro corazón, pero no fue Neleb quien llevo el pijama sino Manuela, cuando el príncipe lo vio, le pidió a Manuela un último encargo pero esta vez quería que fuese Neleb quien lo entregase, le pidió un jersey Neleb se puso manos a la obra y por dentro pego lo más valioso que tenía un medallón en forma de corazón con la foto de sus padres en un lado y al otro una foto suya.
Estaba nerviosísima en el momento de la entrega y el príncipe cuando la recibió la examino de arriba abajo, y la pregunto ¿Has sido tú quien ha hecho este jersey? Y ella contesto sí, y el volvió a preguntar ¿y es tuyo este medallón? Ella volvió a responder sí, bajando la cabeza.
Cuando el abrió el medallón y vio la foto comprobó que se trataban de los reyes de la ciudad vecina, y entonces una sonrisa imposible de ocultar inundo su cara, y volvió a preguntar ¿Eres tú la de la foto? Y ella dijo sí sin dejar de levantar la cabeza del suelo, el príncipe pregunto ¿son tus padres los reyes de Madrid? Y ella dijo sí, entonces el acto seguido se acerco a ella la levanto la cara con sus manos, se miraron fijamente acabándose fundiendo en un apasionado beso.
Estuvieron unos meses comprometidos en el que tuvieron tiempo de hablar y ella pudo contarle toda su historia y diciéndole que su verdadero nombre era Belén entre otras cosas, Belén tenía un asunto pendiente con su padre ya que a pesar de todo le quería muchísimo, asique ella y el príncipe fueron a visitarlo, el estaba metido en un pozo sin fondo, pero al ver a Belén se le ilumino la cara como hace muchísimo tiempo que no le había pasado.
No hicieron faltas palabras, simplemente se abrazaron y Don Juan le dijo al oído “no sabes cuánto te he echado de menos hija mía, te quiero muchísimo”, cuantas lagrimas se derramaron aquel día, pero de alegría.
Finalmente acabaron contrayendo matrimonio, y Don Juan conoció a Manuela, ya que él nunca la conoció, y ambos se hicieron amigos íntimos, ya que, a ambos les faltaba algo en sus vidas y curiosamente se compenetraban muy bien.
FIN
Este libro considero que va dirigido a los alumnos de tercer ciclo de primaria.
CAMBIOS EN LA ADAPTACIÓN
HE CAMBIADO:
- Es Madrid la ciudad de origen.
- Se trata de una niña adoptada, no concedida.
- Le apasiona la peletería.
- Escapa con un grupo de peleteros, en concreto, trabajara para Manuela propietaria de la tienda “toda clase de pieles”.
- El padre no quiere casarse con ella.
- No es a ella a quien le regalaron los trajes, si no al príncipe, además que los objetos que le dejan son diferentes, el corazón de cuero, el corazón hilado dentro del pijama, y el medallón en forma de corazón con las fotografías.
HE DEJADO IGUAL:
- La madre, es decir, la reina muere.
- El rey culpa a la hija de la muerte de su esposa, al principio.
- Belén es una princesa guapísima.
- Debe cambiar su identidad.
- Se casa con un príncipe.
- Se trata de un amor a primera vista.
TODA CLASE DE PIELES
Madrid fue la ciudad testigo de la historia que os voy a contar, y es que hace mucho mucho tiempo cuando en Madrid no existían ni carreteras, ni televisores, ni móviles, y la gente era feliz con nada.
Se viajaba a través de carros de caballos, a pie, siendo las distancias enormes entre distintas ciudades.
Madrid era una ciudad pequeñita aunque no lo creáis y con mucho encanto, todos sus habitantes eran felices, y era conocida como la cuna de los curtidores de pieles ya que era el negocio estrella y a cualquier peletería que fueses encontrarías abrigos de la mejor calidad, eran varios los encargos que se hacían desde el extranjero a Madrid.
Madrid era gobernado por Don Juan y Doña María, eran unos reyes encantadores muy cercanos al pueblo algo difícil de ver por aquella época, María siempre que podía bajaba al pueblo y paseaba por las calles de Madrid sin ningún rumbo, le encantaba observar el Madrid colorido y vibrante que por aquel entonces era.
Lo tenían todo pero María era incapaz de ser feliz porque deseaba con todas sus fuerzas tener un hijo pero todos los intentos por tenerlo fueron en vano, María apenas salía de sus aposentos, y cuando lo hacía andaba deambulando por el castillo, mientras que Don Juan estaba malhumorado, todo le parecía mal.
Hasta que llego un día en que una de las sirvientas de la reina la “obligo” a salir y a que la diera un poco el aire ya que llevaba un año encerrada, a regañadientes esta obedeció y durante su paseo decidió parar en una peletería muy famosa llamada “toda clases de pieles” cuya dueña era muy buena amiga suya, al verla quedo sorprendida ya que vio que estaba embarazadísima, Manuela que así se llamaba la peletera era una mujer de armas tomar que acababa de enviudar, y que su vida consistía en trabajar, trabajar y más trabajar, no quedaba sitio para nada más.
Estuvieron hablando durante más de una hora que digo hasta oscureció pero parecía que para ellas no había pasado el tiempo hasta que, Alicia, la sirvienta interrumpió la conversación para decirle a la reina María que se les hacia tarde.
La reina salió con una sonrisa de oreja a oreja, y es que había quedado con Manuela en que adoptaría al niño que llevaba, a penas los dos meses que le quedaban de dar a luz, tuvo la visita todos los días de la reina María, se encargo que no le faltase de nada, es más mando a su sirvienta de confianza, Alicia, a que viviera con ella y le ayudara en las labores en su peletería ya que ella no podía estar a todo, además también se ocupaba de su bienestar.
La reina María y el Rey Juan que recibió la noticia como agua de mayo, y vivieron muy ilusionados, hasta que por fin llego el día en que Belén nació era preciosa, puesto que Manuela bajo su rostro con ojeras, pálido y escuálido, se encontraba una persona hermosa.
Belén tenía unos ojos azules cristalinos, con una intensa mirada y a medida que crecía las facciones de su cara eran perfectas, rubia con larga melena.
Fueron todos muy felices el pueblo recibió la noticia con mucha alegría (claro está que no sabían que el niño no era de la reina).
Se educo a Belén como a una princesa tenía el cariño y el apoyo de los reyes, sus padres, incondicionalmente pero un día María cayó enferma con altas fiebres y a los pocos días murió. Esto supuso un duro golpe para todos pero sobre todo para el Rey Juan, que otra vez volvía a estar malhumorado, repudiaba a su hija, puesto que pensaba que debido a su adopción les había caído una maldición que se había llevado su amada y bellísima esposa.
Belén guardo y llevo consigo siempre el medallón en forma de corazón que su madre le regalo por su primer cumpleaños. Fue criada como princesa aunque tenía un fuerte carácter, le encantaba salir a la calle, pasear sin rumbo como hacia su madre pero sobretodo había algo que le llamaba especialmente la atención que era el negocio de la peletería, no entendía porque pero le apasionaba siempre que podía salía al pueblo y se quedaba mirando horas y horas como se fabricaban los abrigos, los vestidos, los chalecos cualquier cosa.
Era primavera quedaban dos días para que llegara a Madrid la “fiesta de pieles”, esta consistía en que llegaban peleteros de todo el mundo a Madrid instalándose allí por unos días y luego recorrerían las demás ciudades, esta fiesta era famosísima ya que iba dirigida a toda clase de públicos y en ella se exponían cosas extraordinarias podías ver como trabajaban en otras partes, además luego muchas peleterías de Madrid se añadirían a estas fiesta viajando por las diferente ciudades, se trataba de un acontecimiento único que solo se producía una vez al año.
Belén pensó que era su momento, harta de oír como su padre no la quería y la maldecía, decidió escaparse.
Se escondió en el carro que llevaba las pieles y el cuero de la tienda que tanto le gustaba “toda clase de pieles”, y ahí estuvo mucho tiempo hasta que por fin sintió como el carro se detuvo y Manuela que fue a buscar algo entre las cosas que llevaba detrás la descubrió, al principio pensó que sería una ladronzuela pero cuando le miro la cara vio a una niña asustada, cansada que probablemente se moría de hambre, y además hubo algo en esa niña que la hizo enternecer como nunca antes le había pasado, asique decidió darla de comer primero y hablando con ella vio que sabía algo sobre el negocio asique pensó que quizás necesitaría una ayudante, y la contrato, recorriendo muchas ciudades y Belén aprendió rápido.
Sabia que no podía decir cómo se llamaba asique cuando la preguntaban por su nombre ella respondía que se llamaba Neleb.
Por delante del puesto que instalaron en uno de los pueblos que pararon, pasaba un príncipe a caballo con sus sirvientes, y al mirar de reojo al puesto “toda clase de pieles”, sus ojos se cruzaron con los de Neleb, fueron unas decimas de segundo pero esa mirada le sirvió para descubrir que había quedado totalmente impregnado de aquella muchacha, el problema es que él pensó que Neleb era plebeya por lo que era totalmente imposible su enlace, asique volvió a su castillo muy triste no antes de haber encargado a la peletería “toda clase de pieles” como su primer distribuidora, ya que, quería tener cerca a esa chica cuya mirada le había hipnotizado. Iba a producirse un gran baile en el castillo, y en “toda clase de pieles” estaban desbordadas de trabajo, fue Neleb quien se encargo de hacer el abrigo al príncipe, metiéndole en el bolsillo un trozo de cuero en forma de corazón.
Una vez terminado Manuela encargo a Neleb que llevase los encargos, esta apenas tuvo tiempo de arreglarse y una vez entregado los encargos, decidió colarse en la fiesta, ya que era tan sumamente guapa que aunque llevase un simple vestido parecía una princesa.
Y otra vez volvieron a cruzarse las miradas el príncipe y ella, pero cuando el príncipe fue a buscarla esta que tenía miedo que le reconociera salió corriendo y desapareció.
Al día siguiente el príncipe fue “a toda clase de pieles” y pregunto a Manuela que quien era quien había hecho sus trajes, Manuela por miedo a que hubiese habido algo malo contesto que ella, y acto seguido ella le pregunto ¿por qué lo pregunta alteza? Y él dijo que era el traje más bonito y sobre todo con el que más agusto se había sentido nunca (no menciono lo del corazón ya que suponía que no había sido ella quien se lo había puesto). Ese día no vio a Neleb, pero si le hizo un nuevo encargo a Manuela quería un pijama, Neleb volvió a hacerle el pijama con mucho amor y esta vez bordo en el pijama otro corazón, pero no fue Neleb quien llevo el pijama sino Manuela, cuando el príncipe lo vio, le pidió a Manuela un último encargo pero esta vez quería que fuese Neleb quien lo entregase, le pidió un jersey Neleb se puso manos a la obra y por dentro pego lo más valioso que tenía un medallón en forma de corazón con la foto de sus padres en un lado y al otro una foto suya.
Estaba nerviosísima en el momento de la entrega y el príncipe cuando la recibió la examino de arriba abajo, y la pregunto ¿Has sido tú quien ha hecho este jersey? Y ella contesto sí, y el volvió a preguntar ¿y es tuyo este medallón? Ella volvió a responder sí, bajando la cabeza.
Cuando el abrió el medallón y vio la foto comprobó que se trataban de los reyes de la ciudad vecina, y entonces una sonrisa imposible de ocultar inundo su cara, y volvió a preguntar ¿Eres tú la de la foto? Y ella dijo sí sin dejar de levantar la cabeza del suelo, el príncipe pregunto ¿son tus padres los reyes de Madrid? Y ella dijo sí, entonces el acto seguido se acerco a ella la levanto la cara con sus manos, se miraron fijamente acabándose fundiendo en un apasionado beso.
Estuvieron unos meses comprometidos en el que tuvieron tiempo de hablar y ella pudo contarle toda su historia y diciéndole que su verdadero nombre era Belén entre otras cosas, Belén tenía un asunto pendiente con su padre ya que a pesar de todo le quería muchísimo, asique ella y el príncipe fueron a visitarlo, el estaba metido en un pozo sin fondo, pero al ver a Belén se le ilumino la cara como hace muchísimo tiempo que no le había pasado.
No hicieron faltas palabras, simplemente se abrazaron y Don Juan le dijo al oído “no sabes cuánto te he echado de menos hija mía, te quiero muchísimo”, cuantas lagrimas se derramaron aquel día, pero de alegría.
Finalmente acabaron contrayendo matrimonio, y Don Juan conoció a Manuela, ya que él nunca la conoció, y ambos se hicieron amigos íntimos, ya que, a ambos les faltaba algo en sus vidas y curiosamente se compenetraban muy bien.
FIN
Este libro considero que va dirigido a los alumnos de tercer ciclo de primaria.
CAMBIOS EN LA ADAPTACIÓN
HE CAMBIADO:
- Es Madrid la ciudad de origen.
- Se trata de una niña adoptada, no concedida.
- Le apasiona la peletería.
- Escapa con un grupo de peleteros, en concreto, trabajara para Manuela propietaria de la tienda “toda clase de pieles”.
- El padre no quiere casarse con ella.
- No es a ella a quien le regalaron los trajes, si no al príncipe, además que los objetos que le dejan son diferentes, el corazón de cuero, el corazón hilado dentro del pijama, y el medallón en forma de corazón con las fotografías.
HE DEJADO IGUAL:
- La madre, es decir, la reina muere.
- El rey culpa a la hija de la muerte de su esposa, al principio.
- Belén es una princesa guapísima.
- Debe cambiar su identidad.
- Se casa con un príncipe.
- Se trata de un amor a primera vista.
Perfecto.
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